Avion bajo el agua

Submarino de crucero

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Esta unidad comprende las competencias y los conocimientos necesarios para llevar a cabo el salvamento y la supervivencia bajo el agua de una aeronave, de conformidad con los requisitos reglamentarios pertinentes de la Autoridad de Seguridad de la Aviación Civil (CASA) y las normas operativas nacionales.

Esta unidad aborda los requisitos de habilidades no técnicas de la aviación (habilidades mentales, sociales y de gestión personal) para las tripulaciones de vuelo y los pasajeros, y contribuye a un rendimiento seguro y eficaz en entornos operativos complejos de la aviación.

Las pruebas requeridas para demostrar la competencia en esta unidad deben ser relevantes y satisfacer todos los requisitos de los elementos, los criterios de rendimiento y la gama de condiciones en al menos una ocasión e incluir:

Las pruebas requeridas para demostrar la competencia en esta unidad deben ser relevantes y satisfacer todos los requisitos de los elementos, criterios de desempeño y rango de condiciones e incluir el conocimiento de:

Plano F69

La isla de Kiska sigue siendo uno de los campos de batalla históricos mejor conservados de la Segunda Guerra Mundial (WWII), sin ningún asentamiento antes o después de la guerra. Aunque la ocupación de los japoneses y la reconquista de la isla por parte de los Estados Unidos están bien documentadas en tierra, las aguas que rodean la isla de Kiska aún esconden numerosas reliquias de esta breve pero crucial batalla. Con la excepción de un breve estudio del puerto de Kiska en 1989, la región está prácticamente inexplorada. Además de más de una docena de barcos japoneses hundidos en el puerto, estimamos que hay un número significativo de aviones estadounidenses derribados, dos submarinos japoneses y una sección de un destructor estadounidense en las aguas costeras que rodean la isla. La documentación de estos lugares es importante desde el punto de vista histórico y cultural, ya que muchos de ellos están asociados a los restos de miembros del servicio estadounidense. Mediante la aplicación de nuevas tecnologías y enfoques de documentación, esperamos explorar y preservar digitalmente una de las campañas menos estudiadas, pero más significativas de la Segunda Guerra Mundial.

  Requisitos para volar en avion

Ya sea que documentemos un barco, un avión o un submarino en esta expedición del campo de batalla submarino de Kiska, nuestro enfoque para documentar los sitios será el mismo. En primer lugar, es importante obtener una “visión” más amplia del lugar específico. Debido a los daños causados por la batalla y a que algunos de los aviones cayeron al agua a gran velocidad, los restos suelen estar repartidos por una zona importante y requieren esta perspectiva más amplia. En concreto, utilizaremos una combinación de sonar multihaz desde el buque de superficie y sonar de barrido lateral desde nuestros vehículos submarinos autónomos (AUV). Estos sensores de alta frecuencia producen imágenes acústicas de alta resolución (a escala centimétrica) de los restos del naufragio y del fondo marino circundante (Figura 1).

  Avion se sale de la pista

Portaaviones submarino

La idea de que los submarinos lleven un avión de ataque existe desde hace mucho tiempo: hubo portadas de la revista Popular Science que predecían tales maravillas y hubo experimentos en torno a 1920 con el miniavión Sperry Messenger alojado en la cubierta de un submarino y, más tarde, el Loening XSL-2. Luego, en la Segunda Guerra Mundial, la armada japonesa hizo un uso limitado de este tipo de armas: aunque su función se limitaba más bien a la exploración, uno de ellos consiguió realizar el único ataque de bombardeo con un avión en el territorio continental de Estados Unidos*. Sin embargo, durante la Guerra Fría, espoleada por los informes de que los soviéticos estaban experimentando con aviones lanzados desde submarinos, la USN pensó que era prudente solicitar propuestas para dicha tecnología.

La primera respuesta vino del diseñador de Douglas Edward Heinemann, que ofreció bocetos y datos para un caza que se llevaría a bordo del submarino de propulsión nuclear USS Halibut de 1960, que podría llevar cuatro misiles Regulus en un hangar de proa de 80 pies que podría albergar en cambio su A4D Skyhawk modificado. El turborreactor, con casco de barco volador, al que se le asignó el nombre de modelo Douglas 640, sería catapultado desde el submarino en superficie y recuperado por una grúa telescópica. Con las modificaciones realizadas en el hangar del submarino, las alas y la cola del 640 se plegarían para su estiba a bordo.

  Si llegas tarde al aeropuerto pierdes el avión

Portaaviones ruso

y experiencia en helicópteros o aviones de ala fija. Además, deberán estar familiarizados con las aeronaves de su propia compañía, en particular con los procedimientos de emergencia en vuelo, así como con las habilidades y conocimientos específicos de su función que se enumeran a continuación:

La formación se impartirá a través de presentaciones, debates en grupo, demostraciones prácticas y ejercicios prácticos en los que se simularán situaciones de amaraje de aeronaves. Los alumnos serán evaluados a través de la observación directa, la evaluación escrita y los ejercicios prácticos de simulación de situaciones de amaraje de aeronaves.

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