Gabriel garcia marquez el avion de la bella durmiente

GGM – La bella durmiente y el avión

Era hermosa, elástica, con la piel tierna del color del pan y los ojos como almendras verdes, tenía el pelo largo, liso y negro que le caía por la espalda, y un aura de antigüedad que lo mismo podía ser indonesia que andina. Iba vestida con sutil gusto: una chaqueta de lince, una blusa de seda con delicadas flores, pantalones de lino crudo y zapatos del color de la buganvilla. “Es la mujer más bella que he visto nunca”, pensé cuando la vi pasar con sus sigilosas zancadas de leona, mientras hacía cola para embarcar en el avión de Nueva York en el aeropuerto Charles de Gaulle de París.  Fue una aparición sobrenatural que sólo existió un instante, y desapareció entre la multitud de la terminal.

Eran las nueve de la mañana.  Había estado nevando desde la noche anterior, y el tráfico era más denso de lo habitual en las calles de la ciudad, y más lento aún en la autopista, con los camiones de carga alineados en la orilla, y los coches echando humo en la nieve. En la terminal del aeropuerto, sin embargo, la vida continuaba como si fuera primavera.

GGM – Sólo vine a usar el teléfono

EtiquetasFicción del siglo XX, Bon Voyage Mr President, Gabriel García Márquez, ficción latinoamericana, La luz es como el agua, Realismo mágico, María dos Prazeres, relectura, cuentos, La bella durmiente y el avión, Peregrinos extraños, El santo, El rastro de tu sangre en la nieve

Es raro que el Grupo de Lectura lea el mismo libro dos veces, pero en este caso hay suficientes personas que no lo leyeron la primera vez y nuevos miembros que se han unido desde la primera lectura, por lo que el muy idiosincrático Extraños Peregrinos tiene una segunda salida. En cuanto a la relectura de libros en general, pensamos que era una buena idea y que tres años habían sido suficientes para acercarnos de nuevo a estas historias.

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La última vez, el realismo mágico por el que es conocido Gabriel García Márquez fue a veces un obstáculo para disfrutar de las historias. (Los relatos mejoran en una segunda lectura cuando uno se da cuenta de los detalles de los escenarios ridículos y se da cuenta de la inventiva de Márquez. La luz es como el agua, por ejemplo, es absurdo en varios niveles, pero supongamos que la luz se comporta como el agua ……

La bella durmiente y el avión

La antigua historia de la “Bella Durmiente” gira en torno al despertar de una joven princesa cuyo largo sueño es el resultado de la maldición de un hada. Sin embargo, en algunas versiones recientes del cuento – en particular la de Yasunari Kawabata en La casa de las bellas durmientes (1961) y la de Gabriel García Márquez en Recuerdos de mis putas melancólicas (2004) – las jóvenes nunca se despiertan. Más bien dan nueva vida a los ancianos que las observan y acarician en su estado drogado. En estas novelas, las jóvenes siguen siendo representadas como cifras deseables. También siguen siendo manipuladas por mujeres mayores (las cuidadoras de los burdeles, que sustituyen a las tradicionales hadas) que determinan su destino. Pero el centro de atención se ha convertido en los propios ancianos, su miedo a envejecer y su obsesión por las muchachas comatosas.

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1 En sus largas historias, muchos cuentos de hadas conocidos se han reducido a unas pocas imágenes estereotipadas en la imaginación popular. Pensar en “Caperucita Roja”, por ejemplo, es evocar las imágenes de una conversación entre un lobo y una niña de gorro rojo en la linde de un bosque, o de un lobo con el gorro de dormir blanco de la abuela. Pensar en “Cenicienta” es evocar imágenes de un zapato de cristal abandonado en una escalera, o de un carruaje transformado en calabaza. Estas imágenes, especialmente llamativas en las versiones Disney de los cuentos, controlan su propagación y circulación cotidianas. Los cuentos se cristalizan o congelan en estas imágenes estereotipadas. Como dice Jack Zipes, en la introducción de su libro Fairy Tale as Myth/Myth as Fairy Tale, “El cuento de hadas, que se ha convertido en el cuento clásico mitificado, está efectivamente petrificado en su constelación restaurada: es un bien cultural robado y congelado “1.

Gabriel García Márquez: Magia cotidiana

En “Buen viaje, señor presidente”, un presidente latinoamericano viaja a Suiza en busca de un diagnóstico médico que explique sus dolores abdominales e inguinales. El problema es de columna, y el tratamiento es arriesgado y costoso. Pero el conductor de la ambulancia, Homero, decide ayudar al Sr. Presidente en lugar de extorsionarle como pensaba hacer en un principio, y aunque la operación no soluciona el dolor, el Sr. Presidente puede volver y llevar a cabo la reforma política en su propio país.

En “El Santo”, Margarito Duarte viaja a Roma desde su Colombia natal para obtener del Papa el estatus de Santa para su hija fallecida. Los amigos y la familia de Duarte creen que su hija es realmente una santa porque cuando su cuerpo es sacado de la tumba para un proyecto de construcción, su cuerpo no pesa, pero sigue intacto. Veinte años después, el narrador se reencuentra con Duarte y se entera de que sigue esperando que su hija sea canonizada por el Vaticano, pero el narrador decide que el verdadero santo es el propio Duarte.

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“Vendo mis sueños” habla de una extraña mujer que vende sus sueños a los viajeros. En el relato, el desayuno del narrador se ve interrumpido por una violenta ola del océano, tan potente que arrastra coches. Descubre que una de las víctimas era una mujer que había conocido años antes en Viena, la vendedora de sueños. Ella le ayudó a escapar de algún tipo de tragedia y también le ayudó a cruzarse con el gran Pablo Neruda.

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