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El hombre que se comió un 747
Al parecer, Lotito empezó a comer vidrio y metal a los 9 años, un hábito que continuaría a lo largo de su vida. Guinness World Records, que designó a este hombre francés como poseedor de la “dieta más extraña” de la que se tiene constancia, escribió que Lotito se dio cuenta de su capacidad cuando “un vaso del que estaba bebiendo, se rompió y empezó a masticar los fragmentos”.
Quizá el objeto más extraño que Lotito dijo haber consumido fue un avión Cessna 150 que, según afirmó, empezó a comer en 1978, tragándose la aeronave bocado a bocado hasta 1980, según Ripley’s Believe It Or Not.
Hemos buscado en los archivos de los periódicos y hemos encontrado otros casos de la extraña dieta de Lotito, incluido un artículo publicado en 1978 en el periódico canadiense The Leader-Post en el que se afirmaba que, en el transcurso de 12 días, Monsieur Mangetout se comió 5 kilos de bicicleta cortada en trozos de “uno o dos centímetros cúbicos” (aunque no comió partes “no comestibles” como el pedal, la biela o el manillar).
“Como guarnición, Monsieur Mangetout (el Sr. Come-Todo) también se comió 100 cuchillas de afeitar, dos platos y un vaso, regándolo con unas 10 botellas de aceite mineral y 25 galones de agua”, escribió el periódico.
El tipo que se lo come todo
Michael Lotito nació en 1950 en Grenoble, Francia. Cuando era adolescente, desarrolló un trastorno alimentario conocido como Pica. Las personas diagnosticadas con Pica tienen un deseo persistente de comer sustancias que no tienen valor nutricional, como vidrio, tierra o metal. Sin embargo, no se asuste, no es que la próxima vez que vaya al aeropuerto la tripulación le diga que su vuelo de Ryanair se ha retrasado porque un hombre ha mordido el avión en la pista.
Comenzó a actuar públicamente a los 16 años, mostrando su extraordinaria capacidad para consumir objetos que muchos no creerían posibles. Con el tiempo, este talento le valió el nombre artístico de “Monsieur Mangetout” o “Mr Eat-All”.
En circunstancias normales, el consumo de metales y vidrio (la especialidad de Monsieur Mangetout) sería muy peligroso y difícil de digerir. Sin embargo, los médicos observaron que el Sr. Lotito tenía un revestimiento muy grueso alrededor del estómago y los intestinos, lo que le daba una capacidad de consumo como nadie antes. Además, a Monsieur Mangetout no parecía afectarle el consumo de metales venenosos.
El hombre come objetos metálicos
El catering a bordo de un avión puede ser a veces un factor determinante para disfrutar de un determinado vuelo. Sin embargo, una cosa es comer mientras se está en un avión, pero comer un avión en sí es una aventura culinaria bastante diferente. Sin embargo, este fue un reto que el francés Michel Lotito emprendió a finales de los años 70. Quizá haya oído hablar del Sr. Lotito por su apodo: Monsieur Mangetout.
Michel Lotito nació en Grenoble (Francia) en 1950 y padecía un trastorno alimentario conocido como “pica”. Este trastorno se caracteriza por el deseo de consumir sustancias en gran parte no nutritivas. Éstas pueden ser tanto de origen humano, como el metal, como naturales, como el pelo. El término proviene de la palabra latina “urraca”, basada en la característica de que estas aves comen casi cualquier cosa.
Se dice que Lotito empezó a consumir sustancias no nutritivas de niño cuando se le rompió un vaso del que estaba bebiendo. Tras ello, empezó a masticar los fragmentos del vaso roto. Su capacidad para digerir sustancias inusuales se hizo evidente a finales de la década. Ripley’s informa que:
Avión Cessna 150
Michel Lotito, artista francés nacido en Grenoble, fue famoso por consumir deliberadamente objetos indigestos. Llegó a ser conocido como Monsieur Mangetout (“Sr. Come-Todo”) y se alimentaba de bocados que enviarían a la gente normal directamente al hospital: “A lo largo de la carrera de Monsieur Mangetout, su dieta incluyó 18 bicicletas, siete televisores, dos camas, 15 carritos de supermercado, un ordenador, un ataúd (con asas y todo), un par de esquís y seis candelabros. El punto álgido de su carrera en el mundo del espectáculo fue cuando se comió un avión entero.
