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Torre de control del tráfico aéreo de Dublín en directo
La nueva torre de control visual ya se ha establecido como un edificio emblemático en el horizonte de Dublín. Este estatus icónico se debe, en gran medida, al toque de ligereza y a la elegancia moderna de un diseño que desmiente la robustez funcional de la estructura subyacente. Es un digno símbolo de bienvenida a Dublín, la ciudad de entrada a Irlanda.
La nueva instalación comprende la cabina (incluida la Sala de Control Visual o VCR) y sus instalaciones de apoyo asociadas. La altura total de la estructura principal de la VCT, de 86,9 m exactamente, viene dictada por el requisito operativo de una planta de la sala de control a 80 m sobre el nivel del suelo.
Para conseguir una estructura esbelta y elegante que sea lo más ligera posible, la mayor parte de los alojamientos auxiliares (salas técnicas e instalaciones asociadas) se han separado de la Torre y se han ubicado en una instalación de apoyo de una sola planta. Este edificio de apoyo está conectado al hueco de la cabina con un pasillo de enlace totalmente acristalado. La separación de la torre y el alojamiento de apoyo garantiza que la calidad de la torre no se vea afectada y, por lo tanto, las nuevas instalaciones aparecen como dos elementos distintos, cada uno con sus propias funciones.
Control de vuelo
El objetivo del control del tráfico aéreo es desplazar las aeronaves de forma segura y eficaz por el sistema del espacio aéreo. Los controladores mantienen a las aeronaves a una distancia determinada mientras las trasladan de un aeropuerto a otro utilizando rutas establecidas.
Cuando un avión se encuentra en un aeropuerto, los pilotos a bordo estarán en contacto con los controladores de la torre de control del aeropuerto. Los controladores aéreos se ocuparán del avión mientras esté en tierra y le darán permiso para despegar.
Cada controlador es responsable de las aeronaves que se encuentran en un espacio aéreo determinado. Cuando una aeronave se acerca al límite de su sector, coordinan su traspaso al siguiente controlador. Esto continuará durante el viaje de la aeronave hasta que sea entregada al controlador del aeropuerto de destino.
La mayoría de los aviones son vigilados por los controladores mediante un radar en las vías aéreas y rutas conocidas como “espacio aéreo controlado”. La mayor parte del espacio aéreo que queda se conoce como ‘no controlado’ y es el que utilizan los militares y los pilotos de recreo. En este espacio aéreo se prestan algunos servicios de control del tráfico aéreo, especialmente cerca de los aeródromos, pero en la mayor parte del espacio aéreo es responsabilidad de los pilotos ver y evitar a los demás.
Sistema de control del tráfico aéreo
Las totémicas torres de vigilancia que controlan el flujo y reflujo del tráfico aéreo en los aeropuertos y sus alrededores son también iconos de estilo e ingenio arquitectónico. El periodista de la industria aeronáutica Paul Sillers examina algunos de los diseños más inspiradores de las torres de control del tráfico aéreo…
El año pasado se cumplió el centenario de la primera torre de control del mundo en el que fue el principal centro aéreo de Londres, el aeropuerto de Croydon. En la década de 1920, la misión de los controladores consistía en proporcionar a los pilotos información sobre el tráfico, la ubicación y las condiciones meteorológicas a través de la radio para apoyar una docena de vuelos diarios, que se trazaban en mapas de papel con alfileres y banderas. Y pronto se utilizará la inteligencia artificial para reducir los retrasos relacionados con el clima.
La parte visible de una torre de control del tráfico aéreo, la torreta revestida de cristal, alberga la sala de control visual (VCR), que gestiona el tráfico aéreo en un radio de ocho millas del aeropuerto. Encaramado por encima del bullicio, en un escenario típico habrá un equipo de seis controladores atendiendo a los movimientos en tierra, los aterrizajes y los despegues. Pero hay muchas más cosas que ocurren, dentro y alrededor de la torre, que no están a la vista. Junto con el VCR está la sala de control de aproximación (ACR), donde otro grupo de controladores gestiona las aeronaves una vez que están a menos de 30 millas del aeropuerto. El equipo de ACR se ocupa de las aeronaves en las pilas de espera y acuerda el espaciado y la secuencia de la aproximación final de cada avión. Y en la base de este hervidero de actividad se encuentra la sala de equipos principal, que mantiene los equipos de comunicaciones, meteorología, datos, vigilancia y navegación en condiciones óptimas.Las torres de control del tráfico aéreo no sólo son los ejes funcionales de los aeropuertos. También son apreciadas por los arquitectos como escaparate del diseño innovador. He aquí un puñado de ejemplos del más alto nivel…
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La nueva torre, con una altura total de 320 pies, ofrece a los controladores aéreos una vista sin obstáculos de todo el aeródromo y permite la supervisión visual y electrónica de los despegues, aterrizajes y movimientos en tierra de las aeronaves. La cabina de la sala de control está a 300 pies, con una superficie total de 850 pies cuadrados. La cabina se diseñó con un metro de espacio entre la parte trasera de las consolas de los controladores y las paredes exteriores de la torre. Esto permitirá un fácil acceso a los equipos para su mantenimiento y reparación, sin perturbar las operaciones de tráfico aéreo. El valor de la construcción es de 58 millones de dólares y se entregó a la FAA con un contrato de precio máximo garantizado.
