Aviones historicos del ejercito del aire español

Fuerza aérea francesa

Sin embargo, el brazo aéreo del Ejército español despegó formalmente en 1909, cuando el coronel Pedro Vives Vich y el capitán Alfredo Kindelán realizaron un viaje oficial a diferentes ciudades europeas para comprobar las posibilidades de introducir dirigibles y aviones en las Fuerzas Armadas españolas. Un año más tarde, un Real Decreto creó la Escuela Nacional de Aviación (civil) en Getafe, cerca de Madrid, dependiente del Ministerio de Fomento.

En 1920 se pintaron por primera vez dos Nieuport 80 y un Caudron G.3 con los números de identificación de la escuadrilla y el escudo del Ejército del Aire español. Poco después, la Aeronáutica Naval, la rama aérea de la Armada española, ya creada mediante un Real Decreto cuatro años antes, entró en funcionamiento en El Prat, en la misma ubicación que el actual aeropuerto de Barcelona[5].

En 1921, tras la derrota española en Annual, conocida como Desastre de Annual en España, el Aeródromo de Zeluán fue tomado por el ejército del Rif y se construyó otro aeródromo en Nador. El teniente coronel Kindelán fue nombrado Jefe Superior de Aeronáutica, convirtiéndose en comandante en jefe de la fuerza aérea en 1926, momento en el que se retomó el Marruecos español y terminó la Guerra del Rif.

Fuerza aérea italiana

Proclamada la Segunda República Española en 1931, muy pronto las autoridades republicanas se dispusieron a reformar una estructura militar anticuada que suponía una carga financiera para el Estado español tras la Gran Depresión[1].

El Ejército del Aire republicano español heredó de la monarquía un gran número de aviones, la mayoría de los cuales habían sido utilizados en las campañas españolas en el norte de África durante la dictadura del general Primo de Rivera en los años veinte. Hostil a las reformas republicanas, y con muchos de sus oficiales de alto nivel simpatizando con los movimientos de extrema derecha de la Alemania nazi y la Italia fascista, parte de la élite militar dio un golpe de estado fallido dirigido por el general Sanjurjo en 1934. Sin embargo, la rebelión encabezada por el general Franco contra la República Española en 1936 tuvo más éxito y marcó el inicio de la Guerra Civil española[2].

  Los aviones despegan a favor o en contra del viento

Aunque más de la mitad de los aviones de la Fuerza Aérea Republicana Española permanecieron en el bando leal, la mayor parte del material era obsoleto. En el verano de 1936, la asediada República Española se encontró con la necesidad imperiosa de contar con armamento moderno, pero los gobiernos del Reino Unido y de Francia rápidamente llevaron a cabo una política de no intervención en la Guerra Civil española[3] Desafiando el pacto de no intervención se enviaron algunos aviones a la España republicana desde Francia gracias a los esfuerzos de personalidades que apoyaban la causa republicana, pero éstos consistían en su mayoría en material antiguo, incluyendo entrenadores, aviones de transporte y aviones sin armamento que no podían ser utilizados para los ataques. Debido al bloqueo internacional contra la república, otros aviones de dudoso valor fueron adquiridos por el gobierno republicano a través de diversas fuentes, como México, Holanda, Bélgica y Checoslovaquia, que incluían una variopinta combinación de aviones obsoletos, prototipos y modelos individuales casi desechados. Algunos de los envíos de aviones no llegaron a los frentes españoles debido al hundimiento de los buques mercantes que los transportaban o por haber sido incautados por las aduanas en los puertos de origen[4][5] Los aviones más conocidos de la Fuerza Aérea Republicana Española como el “Chato”, el “Mosca”, el “Natacha” y el “Katiuska” llegarían más tarde en ese mismo año y a lo largo de 1937, cuando la URSS decidiría ayudar abiertamente a la República Española[6].

  Aviones que transportan aviones

Armada española

Sin embargo, el brazo aéreo del Ejército español despegó formalmente en 1909, cuando el coronel Pedro Vives Vich y el capitán Alfredo Kindelán realizaron un viaje oficial a diferentes ciudades europeas para comprobar las posibilidades de introducir dirigibles y aviones en las Fuerzas Armadas españolas. Un año más tarde, un Real Decreto creó la Escuela Nacional de Aviación (civil) en Getafe, cerca de Madrid, dependiente del Ministerio de Fomento.

En 1920 se pintaron por primera vez dos Nieuport 80 y un Caudron G.3 con los números de identificación de la escuadrilla y el escudo del Ejército del Aire español. Poco después, la Aeronáutica Naval, la rama aérea de la Armada española, ya creada mediante un Real Decreto cuatro años antes, entró en funcionamiento en El Prat, en la misma ubicación que el actual aeropuerto de Barcelona[5].

En 1921, tras la derrota española en Annual, conocida como Desastre de Annual en España, el Aeródromo de Zeluán fue tomado por el ejército del Rif y se construyó otro aeródromo en Nador. El teniente coronel Kindelán fue nombrado Jefe Superior de Aeronáutica, convirtiéndose en comandante en jefe de la fuerza aérea en 1926, momento en el que se retomó el Marruecos español y terminó la Guerra del Rif.

Equipamiento del ejército español

Los orígenes del Ejército del Aire español se remontan a principios del siglo XX, cuando los “Servicios de Aviación y Aeronáutica” fueron adscritos al Cuerpo de Ingenieros del Ejército español. El 8 de marzo de 1911 se convocó el primer curso militar de pilotos de avión; a finales de ese mes se recibió el primer avión militar español (un Henry Farman), en el que el capitán Kindelán y el teniente Barrón realizarían su primer vuelo en solitario. El 28 de febrero de 1913 se creó el Servicio de Aeronáutica Militar (SMA), integrado por las ramas de Aerostación y Aviación. El coronel Vives y el capitán Kindelán fueron nombrados director del SMA y comandante de Aviación, respectivamente.

  Donde se construyen los aviones

En 1913 el primer vuelo de aviones del SMA participó en la campaña de Marruecos. Esta campaña dio un gran impulso al desarrollo aeronáutico e impulsó la primera doctrina de empleo militar de la aviación en el mundo; durante esta campaña nacieron los primeros Grupos y Alas de la Aviación Española.

El 17 de enero de 1923 tuvo lugar en Getafe (Madrid) el vuelo inaugural del Autogiro C.4, diseñado por Juan de la Cierva. Fue el primer avión de ala rotatoria que voló con éxito en la historia. Se inicia así una era de vuelos sin precedentes.

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